
La desesperanza se apodera de todo sitio
No quiere brotar su vasto llanto
Se atraganta poco a poco hasta ahogar
Con estas palabras se retrata su triste escenario:
¡Callada cobarde!
Sal de aquel hosco universo
Desliga ese nudo de sigilo
La esperanza no entierres
Más sé, sientes sucumbir el corazón al percibirle
Si no danzas
El suelo de tu piel se disipará en la inmensidad de la congoja,
Se vaciarán las palabras
Huirá la poesía
Se que el miedo abruma.
En tus espesos labios,
En tus manos nerviosas,
Quebrajados dedos,
En tu vientre el oír retorcerse,
Consigo ver en ti
Cada vez que se ilustra su vida
Te conformas con tan pobre insinuación,
Fugitivas letras,
Suaves ráfagas de mirada,
Huidizos humos de cigarrillo que se pasean con el viento
¿De que te vale mirar el cielo,
Su rostro en nubes imaginar?
Funda una ilusión,
Una efímera ambición
Es lo que hoy gozas y obtendrás
Si te destronas ante esta violenta realidad
Fallece el tiempo
Se irán los sueños al final del ciclo
Aun así las oportunidades debes coger
Como aquel atrapando un sol en media noche
Que tu voz se conciba mermelada de osadía
Néctar de fe y pan de brío
Nútrete de este desayuno al emprender tu travesía
Como quien teje los nacientes versos de un dulce poema de amor.
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