
Así, simplemente
siempre estás, estás nunca
una canción hospedante en mi oído
perenne por un minuto
más el recuerdo es Dios
Así pasa y pasa el tiempo
los pies andan hasta odiar el suelo
giro los ojos y estoy donde comencé
Tanto pensar enfermo!
entre ellos descubro un hombre
tatuado en mi hombro
por encima de una cicatriz
Ya ni en primavera florece el campo,
las estaciones no son diferentes,
las canciones monótonas,
la poesía impenetrable.
Necesito tu cama
para darte la espalda durante la madrugada
mientras deseo tus manos para golpearme,
esa sombra gigantezca para opacar la mia,
tu ronca voz para comprender que soy sorda...
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