8/3/08

180 grados




Déjame estar en tu ojos,

hasta tu ombligo y más allá.




Pérmiteme entrar en tus zapatos,

conocer como das los pasos

socorrerte en tu andar perdido.




Todo eso di que está preso,

descose tus labios y ofréceme esas palabras

que mi tímpano anhela.




Ya te puedo mirar sin que te llore

y si te lloro...el agua es dulce.






Suerte en el transcurso de este destino incierto, que espera paciente. Que es tan incierto que en él no existen cuadros ni líneas que lo guíen...


1 comentario:

Alkareth dijo...

En lágrimas me hallo al ver tantísima sensibilidad en un blog. Por caprichos de la Divina Providencia, Dios quiso que me fuera a caer por aquí y me he quedado realmente impresionado por cuando expones aquí. Espero de corazón que sigas publicando tantas buenas entradas que llenan de orgullo y emoción al humilde visitante que por aquí se asoma.

¡Un abrazo!

\\Alkareth

P. D: quizás quieras echarle un vistazo a mi blog y ver qué opinas ;) (http://uncastilloenelaire.wordpress.com).